La exposición a ruido en el entorno laboral puede ser perjudicial para la salud de los trabajadores. Aunque el efecto más conocido del ruido en el trabajo es la pérdida de audición; también puede aumentar el estrés y multiplicar el riesgo de sufrir un accidente. La sordera profesional en la que se produce por una alteración coclear bilateral irreversible, secundaria a una exposición laboral prolongada a niveles sonoros, está reconocida como enfermedad profesional en muchos países.
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