Análisis del papel que desarrollaron las mujeres carlistas en la escena política y bélica de aquella significativa década y de su influencia en la transformación del rol de mujer activista en la Comunión Tradicionalista. Del mismo modo, compara su trayectoria con la de otras mujeres del universo político conservador. Entre 1931 y 1933, las mujeres carlistas fueron claves en la búsqueda del voto, animando la visibilidad de la opción política de la Comunión en pueblos y ciudades. En esta dinámica se forjó la figura de la propagandista más famosa: María Rosa Urraca Pastor. Entre 1933 y el comienzo de la guerra Civil Española de 1936, se pasó a una segunda fase de consolidación de las asociaciones femeninas carlistas. En esta época se fundó el Socorro Blanco, una organización creada para dar asistencia espiritual y material para carlistas perseguidos o encarcelados. Las Margaritas asumieron la misión educacional y espiritual que los comandantes les confiaron. Durante la guerra, se les encomendaron tareas de apoyo al soldado en retaguardia, asumiendo Urraca Pastor y sus Margaritas la Delegación de Frentes y Hospitales. Siempre mantuvieron su rol de madres y mujeres: nunca serían “modernas Amazonas”. La defensa de la Religión, el Hogar y la Patria había justificado su papel en la escena política por 5 años, y su movilización era ahora más justificable debido a las extraordinarias circunstancias que la nación estaba atravesando. Su contribución fue esencial para mantener la vida en la retaguardia, la asistencia social o el cuidado de los heridos, en tanto que las mujeres se organizaron como enfermeras, recaudadoras de donaciones o trabajadoras de intendencia
Analysis of the role played by Carlist women in the political and war scene of that significant decade and its influence in the transformation of the role of activist women in Traditionalist Communion. Likewise, it compares its trajectory with that of other women of the conservative political universe. Between 1931 and 1933, Carlist women were key in the search for the vote, encouraging the visibility of the political option of the Traditionalist Communion in towns and cities. In this dynamic was forged the figure of most famous propagandist: Maria Rosa Urraca Pastor. Between 1933 and the beginning of the Spanish Civil War in 1936, a second phase of consolidation and organization of the Carlist women's associations was carried out. At this time was founded Socorro Blanco, an organization created for material and spiritual assistance to persecuted or imprisoned Carlists. The Margaritas assumed the spiritual and educational mission that the commanders entrusted to them. During the war, they were entrusted with tasks to support the soldier in the rear, with Urraca Pastor and his Margaritas assuming the Delegation of Fronts and Hospitals. Always their traditional role as mother and wife: they would never be "modern Amazons". If the defense of Religion, Home, and Homeland had justified his departure on the political scene for five years, his mobilization was now more defensible because of the extraordinary circumstances that the nation was undergoing. Their contribution was essential to maintain life in the rear, social assistance, care of the wounded, as the women organized themselves as nurses, recruiters of donations and workers in the quartermaster.
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