La campaña 1989 del Sorteo del Oro de la Cruz Roja ha discurrido por los mismos cauces comunicacionales que la hicieron popular en ediciones pretéritas. El intento de cambio de estrategias llevado a cabo el año pasado parece no haber cuajado sobre el cuerpo social, circunstancia que ha posibilitado a Tiempo/BBDO seguir sosteniendo la batuta que dirige y coordina la estrategia de un producto que reposa por entero sobre una plataforma musical, al menos publicitariamente.
Cantantes y actores de casi todos los géneros han participado de mil amores en una campaña que presenta como novedad la manipulación del negativo para la obtención de mucho grano en la película. Esta manifestación formal unida a la incorporación de las reacciones del público en los spots son las notas características que definen el estilo “videoclípero” adoptado.
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