Dos semanas de violentos tumultos estudiantiles paralizaron la capital de Nicaragua. Un paro nacional convocado por los sandinistas hace dos meses provocó disturbios intercalados por acercamientos y acusaciones entre el presidente conservador, Arnoldo Alemán y el ex presidente sandinista, Daniel Ortega. La solución a la crisis nicaraguense pasa por resolver sus problemas de educación y vivienda que, por el momento, permanecen en un punto muerto. Las disputas entre ambos dirigentes lo impiden.
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