Es un helicóptero espía, el Vigilant F2000, sin piloto, con aplicaciones civiles, militares y policiales. Entre estas últimas, la lucha contra ETA. España negocia con el suministrador, la empresa gala Thompson-CSF, la compra de este sofisticado aparato, que cuesta entre 50 y cien millones de pesetas. En septiembre, técnicos franceses harán demostraciones específicas a la Secretaría de Estado de Interior, a algunas de sus direcciones generales y al Servicio de Vigilancia Aduanera.
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