Actuación de enfermería en la infiltración de toxina botulínica en el tratamiento de vejigas hiperactivas

• Ivanna Isabel Madrigal Monge ^[1] ; Elena Girau Alemany ^[1]
  1. [1] Hospital Francesc de Borja de Gandia
• Localización: Enfermería integral: Revista científica del Colegio Oficial de Enfermería de Valencia, ISSN 0214-0128, Nº. 118, 2018, págs. 62-64
• Idioma: español
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• Resumen

  • En nuestro país, los casos de vejiga hiperactiva idiopática son de origen desconocido y se caracterizan por una necesidad incontrolada de orinar (urgencia), micción frecuente (frecuencia) y pérdidas inesperadas de orina (incontinencia urinaria). A pesar de que padecer vejiga hiperactiva puede llevar al aislamiento social porque afecta a actividades cotidianas y al trabajo e infl uye en la intimidad sexual, la salud mental y la calidad del sueño, más del 80% de las personas afectadas y que se encuentran tratadas con anticolinérgicos, abandonan esta medicación al cabo de un año, debido principalmente a su falta de efi cacia y a los efectos secundarios. Por el contrario, el efecto de una sola inyección de Botox dura aproximadamente entre 6 meses y 9-10 meses dependiendo del tipo de hiperactividad vesical y del paciente, por lo que realmente puede llegar a cambiar la vida de muchas personas, y eso la convierte en una opción efi caz, segura y sencilla ya que la técnica de infi ltración de Botox no requiere intervención quirúrgica, basta con anestesia local y/o sedación, si lo desea el paciente; y se realizan 20 inyecciones, evitando el trígono, que son realizadas en apenas unos minutos