Cristina Barceló, Ernesto Villanueva
En varios países desarrollados, se ha observado tanto una caída de la proporción de individuos jóvenes que viven en su propio hogar como, entre estos, una reducción de la tasa de propiedad de la vivienda habitual. Una posible explicación de ambos fenómenos es el aumento de la inestabilidad laboral observado entre los más jóvenes, especialmente a raíz de la crisis que comenzó en 2008. Este estudio analiza cómo reacciona la demanda de vivienda ante cambios en la probabilidad de perder el empleo. Para ello, se utiliza el hecho de que, entre 1997 y 2009, los incentivos de las empresas a utilizar contratos indefinidos variaron sustancialmente entre Comunidades Autónomas y según el grupo de edad de los trabajadores. Utilizando datos de la Encuesta Financiera de las Familias, entre 2002 y 2014, se ofrece evidencia de que incrementos en el número de trabajadores con contrato indefinido llevan consigo aumentos similares en la formación de hogares, en especial mediante el alquiler de una nueva vivienda. Estos resultados sugieren la presencia de un motivo de ahorro de precaución, por el cual los individuos que se enfrentan a una mayor probabilidad de perder el empleo posponen tanto el alquiler como la compra de vivienda.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados