Málaga, España
Las normas societarias sobre conflictos de interés que incorpora la LSC revelan marcadas diferencias entre la conducta debida por el socio y la debida por un administrador cuando alguno de ellos es el sujeto afectado por el conflicto frente a la sociedad. En este trabajo nos planteamos cuál debiera ser esa conducta debida cuando la misma persona reúne la doble condición de socio y administrador. En particular, nos centramos en el caso en el que dicho socio y administrador quiere obtener una dispensa de la sociedad para realizar actividades que representan una competencia para la sociedad. En este supuesto, la norma parece clara: el socio no podrá votar en la Junta que decida sobre ello (art. 190.1.e LSC). En nuestra opinión, la estricta interpretación literal de este precepto representa el abandono, en el ámbito de la Junta, de gran parte de lo que el deber de lealtad exige al administrador. Lo que proponemos aquí es la posibilidad de realizar una interpretación conjunta y finalista de los dos regímenes sobre conflictos, de forma que no pueda utilizarse la condición de socio para burlar lo que la condición de administrador exige. En otras palabras, nos planteamos hasta dónde llega o cuál es la dimensión del conflicto y del propio deber de lealtad que se halla en su base, cuando no se es sólo socio ni sólo administrador de la sociedad, sino ambas cosas a la vez.
The provisions of the LSC (Companies Act) on the conflicts of interest show important differences in the conduct required from a shareholder and that required from a director, when a conflict of interest with the company is at play. In this paper I am considering the conduct standard for a person assuming at the same time the position of a shareholder and that of a director. In particular, I am focusing on a situation in which a shareholder, who is also a director of the company, wants to be granted a waiver in order to engage in activities that compete with the company they are managing. In such case, the rule out of art. 190.1.e LSC seems clear: the shareholder cannot vote at the general meeting that decides this matter. In my opinion, a strict interpretation of the rule implies that the director being a shareholder does not have to take into account their duty of loyalty once at the general meeting. Therefore, I propose to jointly analyse the purpose of both regimes on conflicts of interests, so that being a shareholder would not allow to circumvent the duties the position of the director gives rise to. To put it another way, I am reflecting on the dimensions of the conflict of interest and the duty of loyalty in which it is based, when one is not just a shareholder or a director, but holds both positions at the same time.
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