David llora y llora sin parar. Hay algo que le angustia. Quizá necesita que lo mire, que lo escuche, que acompañe su emoción, que lo contenga. Bajo a su nivel, lo miro a los ojos, le ofrezco mi regazo, pongo palabras a su sentimiento para que deje de angustiarse. David respira aliviado. Después decide separarse. Algo le ha llamado la atención…
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados