El presente trabajo es una reflexión sobre la práctica clínica. Se parte de la descripción de un caso, en el que una adolescente presenta sintomatología inespecífica, sin una causa orgánica que la justifique. El abordaje propuesto desde la Terapia Familiar Breve pretende ser una intervención poco invasiva, que aprovecha los recursos de la familia para ayudarles a crecer y a superar sus dificultades. Además, el texto incluye una breve reflexión sobre las similitudes y diferencias del enfoque propuesto con respecto a las recomendaciones de las guías clínicas y sobre el progresivo acercamiento de las terapias contextuales al planteamiento sistémico. Para terminar, se destaca la importancia de la prudencia en el abordaje cuando una causa orgánica puede estar relacionada con el problema planteado.
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