Así habló Zaratustra puede ser leído como un texto ontológico en el que se presentan diversos “modos de ser”. El modo de “ser humano”, en la figura del “último hombre” supone una transformación continua de la vida animal en beneficio de la “humanización”. La cultura, como “espiritualización” implica dominar la vida animal, usufructuarla, negarla. Ese “otro modo de ser” que es el Übermensch supone otro vínculo con lo viviente, un vínculo no sacrificial que analizaremos en este artículo.
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