Los drones se han convertido últimamente en un arma letal al servicio de las grandes potencias y en particular de los Estados Unidos. De vehículos de observación de uso civil han devenido en máquinas capaces de matar a miles de kilómetros del operador lo cual incrementa seriamente la perversidad impersonal de aquellos “pilotos” que los manejan. Como dice un destacado analista, “se trata de proyectar poder sin vulnerabilidad”, es decir, sin peligro para el operador y con enormes riesgos de “daños colaterales” que involucren a personas inocentes. De uso corriente en Afganistán, Paquistán, Irak y Yemen por parte de la USAF, estos aparatos presentan complicaciones jurídicas, éticas y psicológicas desde el momento en que los combates armados se transforman en operaciones de caza entre alguien que se esconde y otro que los busca desde una pantalla similar a un juego de video.
As of late, drones have become a lethal weapon in the service of the great world powers and, especially, of the United States. Born as civilian observation vehicles, drones have turned into killing machines capable of working thousands of kilometers aways from their operators, which seriously increases how impersonal and perverse the “pilots” operating them are. In the words of a renown analyst, “this has to do with projecting power without any vulnerability”, that is to say, free of danger in the case of the operator and with high risks of “collateral damage” involving innocent people. Frequently used in Afghanistan, Pakistan, Irak and Yemen by the USAF, these devices pose legal, ethical and psychological complications as soon as armed combats become hunting operations between someone in hiding and someone in search for them from a videogame-like screen.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados