Recogemos en las presentes líneas la correspondencia remitida por Álvaro d’Ors y Pérez-Peix, afamado catedrático de Derecho romano, probablemente el más significativo que ha habido en España en el siglo XX en su disciplina, con teorías no solo sobre el Derecho romano y el civil, sino igualmente sobre la Política, la Religión, el Derecho canónico y la evolución de la Universidad española, y un sinfín de comentarios sobre los romanistas españoles y, en menor medida, sobre los historiadores del Derecho de nuestro país en los años en los que le tocó vivir con ellos e intercambiar ideas y correpondencia. Algunas de estas ideas han podido ser ya reproducidas. Se hizo eco de ellas Jean-Louis Hague Roma en su pequeña semblanza de Enrique Ramos Ramos, pero sobre todo por Clara López Sánchez al editar su artículo, de gran relieve, sobre la tesis doctoral de Ramos, bajo el título “Publicación y edición crítica de la tesis doctoral inédita de Enrique Ramos Ramos, jurista y ministro de varias carteras durante la Segunda República: De Savigny a Jhering, pasando por Stammler y Merkel. Un repaso de la doctrina jurídica alemana del siglo XIX”, que se editó en Revista Crítica de Historia de las Relaciones Laborales y de la Política Social, nº 11 (diciembre 2017-noviembre 2018), pp. 241 a 272. D’Ors menosprecia a Ramos Ramos como romanista, y por el hecho de haberse formado en la Universidad de Heidelberg con juristas que no son del aprecio de Álvaro d’Ors. Las ideas de d’Ors sobre la preparación romanística de Ramos se pueden ver en la página 242 del artículo de López Sánchez, así como sus críticas a Luis Jiménez de Asúa. Es decir, las mismas que se recogen en la publicación de la carta de 13 de agosto de 1994. También otorga D’Ors una desproporcionada atención a su discípula Dolores García Hervás en cuya formación como romanista y canonista intervino decisivamente. Cuando a García Hervás ya no le hacía falta el apoyo de Álvaro d’Ors, se distanció de él. El mismo D’Ors lo señala con claridad, tras años de haber escrito, añadido, corregido y cambiado muchas líneas y párrafos de varios trabajos de García Hervás, excediéndose como maestro de dicha profesora. En 2002, D’Ors comentaba en una carta suya: “A García Hervás hace años que no la veo”. A la discípula ya le sobraba el envejecido sabio y genio honesto, a la vez que católico a machamartillo, Álvaro d’Ors. En la correspondencia d’Ors sale en una ocasión en defensa de las ideas de su progenitor, respondiendo a un artículo de Vicente Cacho Viu.
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