Daniel Leza cultiva fresas de diferentes variedades comerciales en invernadero hidropónico y recupera el fruto autóctono tan popular en otro tiempo en las huertas del Iregua.
En el suelo donde Daniel Leza aprendió a empuñar la raqueta cuando era un chaval hoy se levanta un imponente invernadero de fresas en cultivo hidropónico. La vieja pista de tenis del chalé familiar está cubierta ahora por un cuadrilátero de plástico de 1.550 metros cuadrados donde crecen y dan sus frutos 30.000 plantas de fresa, 3.000 de ellas de la variedad local. La apuesta de este joven ingeniero agrónomo y agricultor de Lardero ha sido arriesgada: ha decidido volver a poner en el mapa agrícola de La Rioja un cultivo de gran arraigo histórico en el valle del Iregua que se fue perdiendo con el paso de los años hasta prácticamente desaparecer al comenzar este siglo. Ahora, con la intención de recuperar la variedad autóctona, podría tener una segunda oportunidad.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados