Cartagena, España
Valencia, España
Reconocido como uno de los mejores ingenieros de estructuras del s.XX, Eduardo Torroja cuenta con un gran número de obras construidas que constituyen verdaderos hitos de la ingeniería del hormigón.
Este es el caso del Viaducto Martín Gil -también conocido como viaducto del Esla- en Zamora, que en 1942 constituyó el puente arco de hormigón armado con mayor luz del mundo, con una luz de 210 m.
Aunque no fue proyectado inicialmente por Torroja, probablemente no habría sido viable sin su aportación al proceso constructivo. La presente ponencia repasa la historia de este puente arco de ferrocarril, enmarcándolo en su contexto histórico, desde los primeros bocetos -anteriores a Martín Gil- hasta la geometría detallada de la estructura construida recogida de los planos y documentación originales.
Asimismo, se hace hincapié en cómo Torroja adaptó la sección transversal mixta del viaducto para permitir una construcción evolutiva.
En este proceso, el peso del hormigón fresco de cada fase es soportado por el hormigón endurecido colocado en las fases anteriores y por dos cuchillos rígidos autoportantes metálicos, colocados en la primera fase.
En la ponencia se comparan los datos de obra con los resultados del análisis de la estructura mediante un modelo de elementos finitos que reproduce todas las fases del proceso constructivo hasta la apertura en clave, teniendo en cuenta tanto la no linealidad del hormigón, como la no linealidad geométrica propia de la construcción por fases. Los resultados ponen en valor, una vez más, el buen criterio constructivo y de análisis de Torroja que, muy avanzado a su tiempo, fue capaz de predecir con suficiente fiabilidad el comportamiento de la estructura.
Claramente innovador para su época, este sistema constructivo sigue siendo la base de la construcción de muchos de los grandes puentes arco de hormigón armado y mixtos construidos recientemente.
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