Resumen de Influencia de la intensidad de corrosión en la fisuración inducida en el hormigón armado a edades tempranas
Ángela Moreno Bazán, Jaime Carlos Gálvez Ruiz, Encarnación Reyes Pozo, Natalia Soriano Franco
La corrosión del acero es uno de los mecanismos de deterioro más comunes en estructuras de hormigón armado. Es imprescindible disponer de modelos que predigan el fisuramiento del hormigón en función del tiempo y la vida útil restante de la estructura. Por lo tanto, se requiere de una cierta comprensión del comportamiento mecánico del hormigón y del desarrollo de la corrosión. Estos modelos de rotura definen tres etapas de propagación de los productos corrosivos. La primera etapa, la fase inicial de corrosión, representa la penetración de los productos de corrosión en la red porosa alrededor de la barra de acero. La segunda etapa se caracteriza por el inicio de la tensión, cuando los productos de corrosión han colmatado la interfase hormigón-acero. Por último, la tercera etapa se identifica por la formación de grietas que hacen que la resistencia a la tracción del hormigón llegue a estar por debajo de lo permitido. Muchas investigaciones se han llevado a cabo utilizando galgas extensométricas, colocadas en la superficie de hormigón para evaluar las primeras etapas en el desarrollo de la corrosión. Mientras que otros investigadores han preferido usar técnicas de microscopía para estudiar la interfaz hormigón-acero. En la primera parte del ensayo experimental, probetas prismáticas con una barra de acero en el centro fueron corroídas aceleradamente utilizando diferentes intensidades a fin de ver el efecto que dicha intensidad podía tener en los resultados. A tres de las probetas se les introdujeron galgas extensométricas, colocadas lo más cerca posible y rodeando por completo la barra de acero, midiendo la deformación durante todo el experimento. Mientras tanto el resto de probetas se fueron desconectando a diferentes edades, para su análisis en microscopía SEM. La combinación de los análisis en microscopía SEM de la interfaz hormigón-acero y el desplazamiento radial de las galgas se ha podido utilizar para predecir el ancho de la fisura en una segunda etapa. También la penetración de los productos de corrosión a través de la red porosa en función del tiempo se puede calcular al correlacionar las medidas de la deformación obtenidos de las galgas en función de la resistencia a la tracción del hormigón. Se ha comprobado la buena relación entre ambos métodos para determinar el ancho de la fisura mediante la introducción de un factor de rendimiento. Se ha comprobado también que dicho factor está influenciado por la intensidad de corriente dada.
