El primer paso en todo aquello que comprende el ámbito patrimonial es el reconocimiento de la herencia recibida. Luego hay otros: su conservación y ampliación y finalmente su transmisión a los descendientes.Todo esto ha sucedido con el quechua y el aimara en Perú, como si la lengua fuera ajena a los bienes nacionales. Es tan sagrada una piedra de Machu Picchu como una palabra de estas lenguas: tan importante es el lntiwatana, anteayer descubierto y hoy lacerado, comoel significado de sus dos lexemas juntos lnti "sol", watay "atar, calcular su recorrido".
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