La sentencia del Tribunal Constitucional 122/2018, de 31 de octubre, al declarar nulos por razones meramente formales varios incisos de las Disposiciones Adicionales 26 y 34 de la Ley 3/2017, de 27 de junio, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2017, ha supuesto un antes y un después en los procesos de reversión, internalización de contratas o reasunción de la gestión directa de servicios por parte de la Administración Pública y las entidades públicas del Sector Público. La anulación de estas normas “anticonsolidación” de empleados de las últimas empresas contratistas en empleados públicos ha abierto una ventana de oportunidad de actuación para los responsables de RRHH de las Administraciones Públicas y entidades del Sector Público. En estos momentos, y hasta que se experimente una actualización legal o jurisprudencial en la materia, se permite abordar estos procesos con mayor seguridad jurídica que con anterioridad al pronunciamiento constitucional al resultar transitoriamente posible el encaje como trabajadores indefinidos no fijos en la Administración Pública o entidades del sector público. Sin embargo, la evidente volatilidad de este marco normativo y la necesidad de una regulación clara en esta materia ha intensificado el debate doctrinal sobre la posible asunción de estos trabajadores como indefinidos no fijos, “personal a extinguir” o como un “cuarto género”.
Judgment 122/2018 of Constitutional Court of 31 October declared null for formal reasons some aspects of Additional Provisions 26 and 34 of Law 3/2017 of 27 June on the general state budget for 2017, which marked a change in the processes of reversion, internalisation of contracting companies or resumption of services by the public administration and public sector entities. The annulment of these rules on the “non-consolidation” of employees from contracting companies into civil servants has opened up a window of opportunity for public authority and public sector human resources managers. Currently, and until case law interprets these matters and future regulations provide more detail, these processes can be exercised with more legal certainty than prior to the judgment as these types of employees can be considered permanent non-fixed workers of the public administration and public sector entities. Nevertheless, the evident unpredictability of the legal framework and the need for clearer regulation in this field have stepped up the debate among scholars on the possibility of taking on these types of employees as permanent non-fixed workers, “personnel to be terminated” or “type four” workers.
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