Los hechos históricos siempre se dejan arrastrar por lo imaginario, que alimenta el entusiasmo. El comienzo de la Primera guerra resulta particularmente representativo al respecto. Con todo, en los meses que siguieron —y hasta el fin del conflicto— se hizo patente la profundidad de los sentimientos escondidos tras las grandes palabras, las ideologías o las decisiones políticas.
También, lo muy equívocos que podían resultar los discursos de los actores principales.
The historic facts are always involved in the imaginary that nourishes enthusiasm. The begining of the I World War was particularly representative. Therefore, the following months -until the end of the conflict- showed how deep the feelings could hide behind great words, ideologis or political choices. Also, how misleading the speeches of the principals actors coul be.
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