Madrid, España
Como consecuencia de que el Nuevo Testamento menciona pocos episodios y muy escasos detalles de la vida real de la Virgen María, entre las comunidades cristianas orientales surgieron durante los primeros siglos del Cristianismo varias leyendas apócrifas, que trataron de suplir ese hermético silencio en torno al nacimiento, infancia, juventud, adultez y muerte de la Madre de Jesús. Esos relatos apócrifos fueron luego asumidos e interpretados catequéticamente como aprovechable materia devocional por numerosos Padres de la Iglesia, teólogos y escritores eclesiásticos. Las reflexiones de esos prestigiosos pensadores conformaron un sólido corpus doctrinal del que se derivarían poco después varias devociones y fiestas litúrgicas marianas de extraordinaria importancia. Hito primordial en esa “imaginaria” vida de María es su sobrenatural nacimiento, tras su milagrosa concepción en el seno de su anciana y estéril madre Ana. Como fruto natural de esas heterogéneas fuentes literarias y teológicas, desde los siglos X-XI los artistas medievales bizantinos y europeos abordaron con notable entusiasmo el tema iconográfico del Nacimiento de la Virgen María como un episodio significativo de su vida. Sobre esta base, en el presente artículo nos proponemos un triple objetivo complementario. Ante todo, tras esbozar el contenido esencial de las fuentes apócrifas, analizaremos ampliamente las diversas tesis teológicas que creemos deducibles de las emotivas reflexiones que San Juan Damasceno expresa en una homilía sobre el tema. En segundo lugar, analizaremos algunas obras pictóricas bizantinas y europeas sobre el Nacimiento de María, para determinar hasta qué punto los relatos apócrifos y las reflexiones doctrinales del Damasceno se reflejan en los personajes, situaciones, actitudes, accesorios y elementos escenográficos representados en esas pinturas. Por último, enunciaremos algunas conclusiones que creemos plausibles al relacionar los textos damascenianos y las obras pictóricas de referencia.
As a consequence of the fact that the New Testament mentions few episodes and very few details of the real life of the Virgin Mary, among the Eastern Christian communities several apocryphal legends, that tried to supply this hermetic silence around the birth, infancy, youth, adulthood and death of the Mother of Jesus, arose during the first centuries of Christianity. These apocryphal accounts were then taken up and interpreted catechetically as a useful devotional matter by many Church Fathers, theologians and ecclesiastical writers. The reflections of these prestigious thinkers formed a solid corpus of doctrine, from which very important Marian devotions and liturgical feasts would soon follow. A primordial milestone in this “imaginary” life of Mary is her supernatural birth, after her miraculous conception in the bosom of her old and sterile mother Anne. As a natural fruit of these heterogenous literary and theological sources, from the tenth-eleventh centuries the medieval Byzantine and European artists approached with remarkable enthusiasm the iconographic theme of the Birth of the Virgin Mary as a significant episode of her life. On this basis, in this article we propose a triple complementary objective. First of all, after outlining the essential content of the apocryphal sources, we will broadly analyze the various theological theses that we believe are deductible from the emotional reflections that St. John Damascene expresses in a homily on the subject. Secondly, we will analyze some Byzantine and European paintings on the Birth of Mary, in order to determine to what extent the apocryphal accounts and the doctrinal statements of the Damascene are reflected in the characters, situations, attitudes, accessories and scenographic elements represented in these depictions. Finally, we will state some conclusions that we believe to be plausible in relating the Damascenian texts and the pictorial works of reference.
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