Xavier Vence Deza, Ángeles Pereira Sánchez
La eco-innovación se define como cualquier innovación dirigida/orientada a la reducción del impacto medioambiental. La eco-innovación no es sólo un cambio tecnológico, sino que también abarca las innovaciones organizativas, sociales y sistémicas. El pensamiento sistémico y complejo es necesario para entender el papel de la eco-innovación como facilitador de la Economía Circular (EC). La Economía Circular se presenta como un enfoque prometedor hacia una transición sostenible desde el paradigma socioeconómico lineal. El objetivo de la Economía Circular es mantener y compartir valor a lo largo del tiempo. La eco-innovación para la Economía Circular puede ser de carácter tecnológico y no tecnológico.
De hecho, se reconoce que la EC necesita abordar retos importantes en relación con los modelos de negocio y los marcos socio-institucionales, mientras que el cambio tecnológico puede no ser necesariamente radical. Con el fin de allanar el camino hacia la Economía Circular a través de la eco-innovación, los modelos de negocio se consideran un motor clave. El modelo de negocio representa un enfoque holístico hacia la forma de hacer negocios de una organización. Desde la perspectiva de la eco-innovación, un modelo de negocio necesita añadir valor ecológico y social a la propuesta de valor y cambiar las prácticas del productor y del consumidor. En particular, las eco-innovaciones que pueden permitir la transición a un modelo de Economía Circular eficiente en el uso de los recursos incluyen esfuerzos para cambiar los modelos de negocio dominantes (desde el diseño de nuevos productos y servicios hasta la reconfiguración de las cadenas de valor, cadenas de suministro nuevas/cortas), transformar la forma en que los ciudadanos interactúan con los productos y servicios (propiedad, arrendamiento, reparto, reparación, reducción, remanufactura, etc.) y desarrollar sistemas mejorados para la creación de valor (movilidad ecológica, sistemas de energía inteligente, cadenas cortas de valor, etc.).
Eco-innovation is defined as any directed/oriented innovation aiming at reducing environmental impacts. Eco-innovation is not only a technology change; it also embraces organisational, social and system innovations. This systemic and complex thinking is necessary to understand the role of eco-innovation as an enabler of Circular Economy (CE). Circular Economy appears as a promising approach towards a sustainable transition from the linear socioeconomic paradigm. The objective of the Circular Economy is to maintain and to share value along the time. Eco-innovation for Circular Economy can be of technological and non-technological character. Indeed, it is acknowledged that CE needs to address important challenges regarding business models and socio-institutional frameworks, while technological change may not be necessarily radical. In order to pave the way to Circular Economy through eco-innovation, business models are considered a key driver. The business model is seen as a holistic approach towards the way of doing business. From the eco-innovation perspective, a business model needs to add ecological and social value to the value proposal and changing the producer and the consumer practices. In particular, eco-innovations with the potential to enable the transition to a resource-efficient circular economy model include efforts to change dominant business models (from new product and service design to reconfigured value chains, new/short supply chains), transform the way citizens interact with products and services (ownership, leasing, sharing, repairing, reducing, remanufacturing, etc.) and develop improved systems for delivering value (green mobility, smart energy systems, short supply chains, etc.).
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