Resumen de El patrimonio arquitectónico y urbano en la planificación de los centros históricos
Ruben Osvaldo Chiappero Humeler
La planificación de los Centros Históricos, en función de la valoración del patrimonio arquitectónico y urbano, se caracteriza por presentar, como estrategia de ocupación territorial, el estudio de los grupos humanos generadores de la cultura resultante de la interacción entre el medio natural, el hacer comunitario y las construcciones de ese lugar.
La conservación de los Centros Históricos será posible mediante los programas de reconocimiento urbanístico, que detectan aquello conveniente y significativo a preservar, sean edificios singulares como zonas completas de valor dentro del devenir histórico social. Por ello, la confección de un registro meticuloso -el inventario- permite el análisis profundo de la calidad constructiva, estilística y uso de las edificaciones, de las condiciones ambientales del espacio público, de la ocupación del suelo urbano, de los niveles socioeconómicos de la población inserta y de las actividades emergentes. Esta base ineludible permitirá fijar criterios adecuados para la conservación-/rehabilitación/restauración de las áreas homogéneas -por sus problemáticas y morfologías- detectadas en las estructuras urbanas históricas.
La redacción y ejecución de la planificación de los Centros Históricos debe basarse en instrumentos coherentes con la realidad sobre la que se actuará, optimizando: 1) la regulación del uso del suelo, 2) las necesidades de equipamientos e infraestructuras, 3) las pautas mínimas de control arquitectónico y 4) las políticas económicas de incentivos fiscales y fomento de la inversión privada.
Un Plan Estratégico para los Centros Históricos organiza, desde lo particular hacia las áreas significativas, el desarrollo de la protección de la memoria colectiva de la Humanidad.
