Antonio Elipe, José Manuel Vicente Gaspar
En una sociedad agrícola, las horas de sol y de oscuridad marcaban los periodos de vigilia y sueño. En las sociedades industriales es el reloj el que marca nuestro acontecer diario, y dos veces al año es noticia el cambio de hora. En las zonas ecuatoriales la duración del día y noche es prácticamente la misma, pero esta diferencia se hace cada vez mayor según aumenta la latitud del lugar donde estemos, de modo que a partir del círculo polar hay periodos de luz de más de 24 horas, llegando al caso extremo de que en los polos hay 6 meses de luz y otros 6 meses de oscuridad.
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