La ofensiva comenzó en Estados Unidos antes de extenderse por la mayoría de los países occidentales: China, con sus productos, sus espías y sus ambiciones militares, buscaría desestabilizar el orden internacional establecido tras la Segunda Guerra Mundial. Pekín, por supuesto, lo niega. Xi Jinping planificó una operación de atracción en Italia, en Francia y en Mónaco durante su viaje europeo, del 21 al 26 de marzo. ¿Existe realmente la “amenaza china”?
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