Puerto Rico
Al cumplir sus primeros cien días en la presiden- cia de Estados Unidos, Donald Trump reiteró su promesa de construir un muro en la frontera sur del país. El prometido muro constituirá un fre- no a los elementos indeseables que Trump ho- mologa a una serpiente que contamina el ser nacional. En simultáneo, el presidente se niega a asistir a Puerto Rico, que se encuentra al filo de un abismo fiscal y eso ha tenido como con- secuencia una creciente emigración a Estados Unidos. El artículo examina el dilema crítico que se plantea a la administración Trump por ser los puertorriqueños ciudadanos norteamericanos al mismo tiempo que sectores de Estados Unidos los ven como una peligrosa otredad latina más.
About to complete his first one hundred days as president of the United States, Donald Trump rei- terated his campaign promise of building a wall in the nation’s southern border. The promised wall will stand as an inexpugnable barrier against undesira- ble aliens that the president characterizes as snakes that contaminate the American body. Simultaneous- ly, president Trump refuses to give a hand to Puerto Rico, a US colonial possession, that is experiencing a dire financial and economic crisis. Hard times had prompted an increase in Puerto Rican migration to the mainland. This article examines the critical dilem- ma facing the Trump Administration as Puerto Rican «migrants» are US citizens although they are seen by many as yet another dangerous Latino «otherness».
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados