Los modelos físicos en obras hidráulicas se caracterizan por ser entidades más accesibles y fáciles de manejar que un proceso hidráulico real. Muestran un comportamiento suficientemente aproximado a estos procesos, de tal forma que los técnicos sean capaces de prever qué pasará en el prototipo en situaciones de particular interés mediante observación del comportamiento del modelo. Además de presentar el modelo mental como base para el resto de los modelos, los modelos matemáticos y analógicos se caracterizan por estar basados en su capacidad de resolver el sistema de ecuaciones que gobierna el proceso objeto de estudio. La resolución del sistema de ecuaciones se lleva a cabo mediante herramientas estrictamente matemáticas en los modelos matemáticos, mientras que en los analógicos se utiliza un objeto físico. En éstos últimos, el comportamiento de tales objetos, en aquellos aspectos que son de interés, es gobernado por las mismas ecuaciones que en el prototipo. En lo que concierne a un modelo físico o reducido, se caracteriza por la utilización de una réplica a escala del proceso del prototipo. La mayor parte de este artículo se centra en éstos últimos modelos.
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