El edificio debe atender el programa de requerimientos propio de un centro de salud, presidido por la habitual batería de consultas exteriores servida por amplias áreas de circulación y espera, por la contraposición dual entre la intimidad de la consulta y la esfera de lo público. Como dato añadido, de importancia fundamental en el desarrollo arquitectónico, es preciso señalar la decidida voluntad de implicar el nuevo edificio en las tensiones que tienen lugar en su entorno urbano más próximo y, a su vez, matizar las relaciones entre interior y exterior para preservar la privacidad e intimidad de este último.
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