Responsabilidad del estado mexicano en el combate a la violencia de género

• Brenda Fabiola Chávez-Bermúdez ^[1]
  1. [1] Universidad Juárez del Estado de Durango

     Universidad Juárez del Estado de Durango

     México

     
• Localización: Documentos de Trabajo. Seminario Permanente de Ciencias Sociales, ISSN-e 1988-1118, Nº. 10, 2015 (Ejemplar dedicado a: VIII Jornadas Científicas de Difusión de la Investigación, celebradas el 9 de abril de 2015.)
• Idioma: español
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  • español

    La violencia de género, al tratarse de un fenómeno social, gravemente enquistado en las sociedades, merece un combate efectivo, de manera que logre salir de la naturalidad con que años atrás era percibido y que, pese al esfuerzo y logros del feminismo de extraerla de la oscuridad del ámbito privado, aún se percibe de ese modo en diversas comunidades que asidas a sus prácticas, costumbres, religiones, ideologías, “justifican” de algún modo esas conductas.

    Las voces de los primeros grupos feministas, a través de su arduo esfuerzo a lo largo de varias décadas, lograron que los países se coordinaran a nivel internacional, en atención a este problema y se han ido puliendo normas que delinean las responsabilidades de los Estados en el tema.

    En la década de los noventa, se concreta, la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993; la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujeres “Convención Belém do Parà” impone a los Estados Partes, el deber de ‹‹adoptar por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres››.

    México es partícipe en estas convenciones y tratados internacionales, de lo cual se desprenden obligaciones concretas para el tratamiento de la violencia de género. Sin embargo, se presentan altos índices de este preocupante fenómeno que priva a miles de mexicanas de una vida libre de violencia.

  • English

    Gender violence, as it is a social phenomenon seriously entrenched in society, deserves an effective combat, so that gets out of the ease with which years ago was perceived and, despite the efforts and achievements of feminism removing it from the darkness of the private sector, yet it is perceived that way in different communities you clinging to their practices, customs, religions, ideologies, "justify" such behavior somehow.

    The voices of the first feminist groups, through their hard work over several decades, managed countries to coordinate internationally, in response to this problem and have been refined rules outlining the responsibilities of States in the subject.

    In the nineties, it is specified, the Declaration on the Elimination of Violence against Women, adopted by the United Nations General Assembly in 1993; American Convention on the Prevention, Punishment and Eradication of Violence against Women "Convention of Belem do Para" it imposes on States parties the duty to adopt << by all appropriate means and without delay, policies to prevent, punish and eradicate violence against women >>.

    Mexico is a participant in these international conventions and treaties, of which specific obligations for the treatment of gender violence emerge.