Hablar de la situación del Termalismo en la CCAA de Extremadura conlleva inevitablemente, a referirnos a la influencia que el Programa de Termalismo Social del IMSERSO aporta a este sector. Desde su inicio en el año 1989, el programa constituye uno de los pilares fundamentales dada la creciente dotación presupuestaria, oferta de plazas y de balnearios participantes que ofrecieron una inyección económica al sector que permitieron a los establecimientos termales mantener unas instalaciones de primer nivel.
En este sentido, solo un centro de la CCAA se inició con el Programa de Termalismos Social desde el principio, Alange; el resto se fue sumando en años siguientes, a medida que sus instalaciones iban permitiendo acoger a los agüistas según las condiciones que marcaba IMSERSO, de manera que en la actualidad los 7 Balnearios que funcionan en Extremadura están acogidos al Programa de Termalismo Social, ampliando actualmente sus meses de apertura a una media de 10 meses, desde marzo a noviembre, añadiendo también el mes de febrero El Raposo y Valle del Jerte, y el de diciembre El Raposo, Montemayor y El Salugral.
De los ya mencionados 7 centros actuales, 2 están en la región de Badajoz (El Raposo, y Alange), y el resto en la de Cáceres (Baños de Montemayor, Brozas, EL Salugral, Valle del Jerte y Fuentes del Trampal). Los 3 de mayor número de agüistas con gran diferencia del resto y por orden decreciente son: Baños de Montemayor, El Raposo y Alange, cada uno con un tipo distinto de agua mineromedicinal, si bien todos reciben mayoritariamente termalistas con afecciones reumatológicas. En la Figura 1 mostramos el número de termalitas que este año 2016 han sido adjudicadas por el programa de termalismo social a cada uno de estos centros.
El impacto económico que sobre el sector turístico tiene en nuestra CCAA el termalismo es muy destacable, representan más de 11% del total de pernoctaciones, con una estancia media que se prolonga entre diez y doce días; lo que genera unos ingresos de 11 millones de euros, sin contar con el resto del turismo que visita esos espacios. El tiempo medio de estancia en el balneario es superior a ocho días para el 58%, mientras que el 32% se queda entre tres días y una semana. Esta es la opción más común entre el público con edades entre 30 y 45 años.
Actualmente se puede decir que el Termalismo es un sector asentado en la CCAA extremeña dado que tiene importantes y demostrados beneficios para la salud y también para la economía y el empleo de la zona, fomentando al mismo tiempo el envejecimiento activo y la mejora de la calidad de vida. Por todo ello se espera que para el 2017 haya un incremento de la población termalista que acuda a estos centros debido además a la satisfacción general de los usuarios, como detalla el último estudio efectuado por la Agencia de Evaluación y Calidad (Aeval), según el cual el 97,2 por ciento de los participantes tiene intención de inscribirse en próximas convocatorias, así como a la incipiente mejora de la situación económica del país.
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