Uno de los principales objetivos de la Ley 41/2017 fue el de instaurar en la LECRIM el principio de aceleración procesal; como revulsivo al endémico problema de la excesiva dilación de las causas penales. La nueva regulación de los supuestos de conexidad procesal, y en concreto de la analogía o relación como modalidad de tramitación de distintos delitos en una sola causa, ha supuesto una radical transformación de las bases mismas de su tratamiento legal, creando un nuevo sistema en el que el reconocimiento de la iniciativa en favor del Ministerio Fiscal y la decidida instauración de tal principio como rector de la procedencia misma de la acumulación de causas pasan a ser sus pilares fundamentales.
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