Demanda interna i saldo exterior català

• Autores: Jordi Angusto
• Localización: Nota d'Economia, ISSN-e 2013-8709, Nº. 104, 2018 (Ejemplar dedicado a: monogràfic sobre les potencialitats i reptes de futur de l'economia catalana), págs. 179-192
• Idioma: catalán
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• Resumen

  • Des de la entrada en el euro, la economía catalana ha conocido dos periodos económicos de signo opuesto: una primera etapa de fuerte crecimiento, donde la demanda interna servía de motor y la burbuja crediticia e inmobiliaria le servían de combustible; y una segunda etapa de recesión y recuperación, iniciada con la crisis financiera global y el subsiguiente estancamiento del crédito, que contrajo de repente una demanda interna que aún hoy no se ha recuperado del todo. Como un espejo de esta evolución de la demanda interna, cuando era muy fuerte se deterioró significativamente el saldo exterior catalán, tradicionalmente positivo si se incluye el comercio con el resto del Estado, y cuando esta se contrajo se vio compensada por el incremento del saldo exterior positivo. Si incurrir en déficit exterior de manera recurrente no es sostenible, ya que supone aumentar una deuda externa que acabará siendo impagable y puede conducir a la pérdida de soberanía, mantener un superávit exterior de manera recurrente puede ser igualmente insostenible, ya que supone aumentar el crédito a países con déficit, que pueden acabar no pudiendo pagar, y porque la contención de la demanda interna que le acompaña puede generar fractura social. El factor crítico es, pues, el volumen y la recurrencia del desequilibrio, no el signo del saldo exterior. También un déficit puede ser positivo si es temporal y como resultado de una política inversora que fomenta el desarrollo de un país, como fue el caso de Alemania cuando se financió con el Plan Marshall; y también un superávit puede ser negativo si es excesivo y recurrente, como actualmente le está recordando el FMI a Alemania. En el caso de Catalunya, ¿dónde nos encontramos? Visto el enorme superávit comercial 247 Nota d’Economia. 104 2018 que hoy generamos, ¿se nos puede hacer la misma crítica que se le hace a Alemania? Responder a estas dos cuestiones es el objetivo de este artículo.