Graciela Mateo, Jesús Méndez Reyes
El origen del movimiento cooperativo y del asociacionismo se vincula a la conmoción desatada en el siglo XIX por el deterioro de las condiciones de vida de las poblaciones, que eran a la vez agentes y víctimas de la Revolución Industrial. Se plantea entonces la “cuestión social” que remite a los disfuncionamientos de esa sociedad capitalista que los precursores del socialismo utópico, asociacionista y del anarquismo, hacedores a la vez del cooperativismo y mutualismo, procuraron corregir.
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