Sr Editor,No hay momento más emocionante en la vida de un estudiante de medicina que el día desu graduación, pero después de 6 años y medio de formación académica; iniciar la vidalaboral del personal de salud es todo un reto, razón por la que seguí el consejo de colegasque ya habían pasado por el año rural y decidí no presentarme al “famoso” sorteo deplazas; no estaba dispuesta a someterme a un sorteo donde pueden pagar bien, pagar malo incluso no hacerlo. Ese es un lujo que no se puede dar el estudiante promedio con lasdeudas con las que egresa de la universidad, así que en cuanto recibí mi título me dispusea buscar la conocida asignación directa; por suerte, di con una plaza en donde se cumple acabalidad la exigencia laboral del médico de servicio social obligatorio, ni una hora más niuna menos, con los derechos salariales tal como lo rige el código sustantivo del trabajo, auna hora y media de mi ciudad natal y dos fines de semana libres al mes.
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