Resumen de Auditorio Fortuny. Ruinas silvestres y pliegues de imaginación visual
Este proyecto de instalación provisional posee la virtud de llevar a cabo una reflexión en términos de sutileza histórica del lugar y creativa del artista, de gran creatividad formal.
Casa Decor se ha ubicado este año en un inmue- ble de fuerte tipología novecentista, propio de los primeros años del siglo XX, de cuando data su construcción. Su ubicación le confiere un encanto único. El Barrio de los Jerónimos de Madrid, desarrollado en la segunda mitad del siglo XIX, tiene el privilegio de albergar en sus calles el Museo del Prado, la Bolsa, el Palacio de Comunicaciones, el Jardín Botánico, la iglesia de los Jerónimos, el Museo de Antropología, el Observatorio astronómico Nacional, el Parque del Buen Retiro, Cuartel General de la Armada, el Casón del Buen Retiro, la Real Academia de la Lengua, el Monumento a los Caídos por España y El Hotel Ritz.
El auditorio adopta como elementos de inspiración algu- nos de los que fueron propios en las últimas décadas del siglo XIX, cuando se construyeron las calles y la mayoría de los edificios del barrio. También trata de celebrar y rendir homenaje a la presencia del más ilustre de sus vecinos: el Museo del Prado. La pintura de Mariano Fortuny, uno de los grandes pintores del XIX que el museo alberga, ha influido en la selección de materiales y en la concepción del espacio. En concreto, los autores se han fijado en una serie de cuadros que el pintor dedicó a la Alhambra. En ellos, su bella y esbelta arquitectura se ve invadida por vegetación, por personas que duermen desordenadamente en el suelo, por techumbres impro- visadas que protegen del sol e incluso por alguna colada secándose. En la misma serie, y en varios de los cuadros que Fortuny pintó en Marruecos, se muestran estancias semiprovisionales, construidas con telas, en entornos parcialmente ruinosos, que parece fueron en su momento esplendorosos palacios nazaríes o medinas.
Por estos motivos, las paredes del espacio proyectado descubren las capas de materiales que los enlucidos recientes ocultaban parcialmente. Por estos motivos, se permite que, con cierta naturalidad, las puertas y ventanas, tantas veces repintadas, sigan cumpliendo su función. Por estos motivos, el bello alicatado que cubre el suelo serpentea levemente en la pared, pero no necesita cubrirla por completo.
