Canódromo, Parque de Investigación Creativa
- Autores: Dear desing studio
- Localización: On diseño, ISSN 1695-2308, Nº. 374, 2017
- Idioma: español
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Resumen
La recuperación y posterior cambio de uso del Canódromo de Barcelona, obra de Antoni Bonet i Castellana, ofrecen aquí un ejemplo de cómo la creatividad no ha de estar en ningún caso reñida con la sensibilidad hacia el Patrimonio Arquitectónico.
El nuevo Parque de Investigación Creativa de Barcelona está situado en el Canódromo, el emblemático edificio racionalista diseñado por el arquitecto catalán Antoni Bonet i Castellana en el año 1961.
Después de la renovación del edificio en el año 2016, Dear Design Studio ganó el concurso para el diseño de interiores del edificio, y además planteó el diseño de la identidad corporativa y de la señalización para dotar al proyecto de mayor coherencia. El desafío era adaptar las instalaciones del antiguo Canódromo a su nueva función: un espacio flexible y dinámico para las empresas emergentes y tecnológicas de las industrias creativas y culturales. Al mismo tiempo, los diseñadores propusieron estimular la relación del edificio con el barrio mediante la inclusión de intervenciones tecnológicas que reflejasen exteriormente los procesos desarrollados en el edificio.
El diseño interior busca la flexibilidad y dinamismo de los diferentes espacios, preservando las trazas históricas del edificio. La idea principal es respetar la arquitectura minimalista de Bonet mediante una intervención discreta y cuidadosa que responda a una necesidad propia de oficinas “hub”, de tal manera que fomente la interacción entre sus usuarios y promueva las formas actuales de trabajar: flexibilidad y adaptación de los espacios permitiendo la movilidad del usuario.
En cuanto a la identidad visual del proyecto, los autores buscaban transmitir valores de velocidad, movimiento, progreso y tecnología del nuevo Parque Creativo, representados gráficamente mediante la descomposición irregular de la tipografía en líneas verticales de diferentes espesores y separadas por diversas distancias.
Con el fin de crear espacios cómodos y agradables para trabajar, se han utilizado materiales cálidos como la madera y los paneles acústicos de “wwcb” que contrastan con la estructura de acero preexistente y los pavimentos de hormigón.
El mobiliario utilizado en la intervención es un claro guiño al arquitecto Bonet, ya que las lámparas de pie y suspensión, diseñadas por los autores, combinan dos estructuras originales de la silla BKF, un diseño original de Antoni Bonet, con una piel de tela flexible. Los colores preexistentes del edificio original —el amarillo mostaza y el azul claro— se recuperan en las lámparas de sobremesa y en las estructuras metálicas de las mesas, así como en los vinilos de la fachada que protegen las oficinas del sol.
