Este es un proyecto que, más allá de cumplir con las exigencias de una vivienda protegida, es decir, compacidad y sostenibilidad económica y medioambiental, se implica en la construcción del lugar, enfatizando su relación con el vecino parque natural.
La tipología escogida es la de la planta abierta a los cuatro vientos, ya que se trata de la más compacta y, por lo tanto, la que ofrece el ratio más eficaz al comparar la superficie de la vivienda con la superficie de las zonas comunes. A su vez, esta tipología facilita la disposición de cuatro viviendas por rellano y ascensor, lo que rentabiliza en mayor medida la promoción. Por otro lado, se plantean las viviendas como unidades autónomas y compactas, como piezas de un puzle, articulando una planta en esvástica en la que las viviendas giran alrededor del núcleo de acceso, proporcionando doble orientación a cada una de ellas. La estructura responde al mismo esquema: los pilares se sitúan en los ejes de giro y liberan las viviendas de su presencia, con el objetivo de convertirlas en espacios diáfanos de gran flexibilidad.
Todas las viviendas parten de un mismo esquema consistente en la división de la planta en tres tiras longitudinales: dormitorios y sala de estar, pasillo y aseos, cuarto polivalente y cocina. La sala de estar se sitúa en la esquina de la planta, y la cocina, en contacto con la fachada, con el objetivo de permitir su ventilación de forma directa. Estas decisiones son suficientes para organizar la planta, mientras que las variaciones propuestas vienen dadas por la disposición irregular de los huecos, de anchuras diferentes, la construcción de cinco balcones hacia la calle mayor y la aparición de patios en planta baja.
Asimismo, la fragmentación del programa en tres partes es el punto de partida que facilita la solución al problema del desnivel de la parcela. Esta estrategia permite una mayor precisión en la implantación y ubicación de la planta baja de cada edificio, de tal manera que se minimiza en gran medida la excavación necesaria. Unos muros de contención ligeramente inclinados según la pendiente natural del terreno y la calle configuran patios, plazas y demás espacios libres, configurando finalmente una urbanización fuertemente ligada al lugar.
Al carácter topográfico del espacio libre se le suma una propuesta cromática que permite identificar y encajar la nueva intervención con el vecino parque natural, haciéndose cómplice de su natural belleza. De ese modo, el color calcáreo de las fachadas asimila su materialidad a la piedra del lugar mientras que las tres fachadas principales, cada una de un verde distinto, son la abstracción de los árboles próximos, de la misma manera que las tribunas y voladizos lo son de las flores.
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