Benedetta Tagliabue, Miralles Tagliabue
Este local comercial, calificado por su autora como “casi un pop-up”, incluye la personalización de su promotora, en tanto que marca comercial y referente arquitectónico.
La propia memoria, escrita por los autores del proyecto, explica con claridad la estrategia global y sus vicisitudes:
…Era ya la mitad de Enero cuando con Cristina Castañer decidimos que esta nueva tienda suya en la calle Rosselló de momento no se diseñaría, pero se abriría de manera simpática e informal, haciendo algún arreglo en la tienda existente… casi un “pop up” Empezamos así a sacar muebles y desincrustar muros sin ni tan solo un dibujo... Tan solo el deseo de hacer una tienda “Cristina Castañer” que tuviera algo de la personalidad de Cristina… intuitiva, enamorada del arte y de la belleza, simpática colorista, de la tierra ¡y además chic! Un suelo continuo de materiales mezclados, maderas en diferentes direcciones y cerámicas con los colores de la imagen corporativa; el logo plasmado en el suelo en tamaño gigante; sutiles estructuras de metal que pudieran sostener futuras estanterías y cajones, colgadores y probadores; unas ondas tenían que conducir tanto los productos como a los clientes entre los muros de la tienda… En definitiva, una tienda alegre, con su propia identidad, que mezcla la tradición artesanal con las técnicas contemporáneas. Una tienda especial, una referencia no convencional para la marca “Cristina Castañer”.
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