Disseny Hub Barcelona. Oficinas para el museo FAD y BCD
- Autores: Jordi Badia
- Localización: On diseño, ISSN 1695-2308, Nº. 365, 2017
- Idioma: español
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Resumen
Un collage de papeles pintados crea un espacio denso y confortable, adquiriendo a su vez un radical protagonismo en tanto que telón de fondo y referente de las modas y del paso del tiempo.
Jordi Badia, ganó el concurso convocado al efecto, en el ámbito del edificio Dhub de la Plaza de las Glorias de Barcelona, con una propuesta inspirada en una imagen –la casa de Charles y Ray Eames- que le transmite una determinada idea de confort relacionada con el desorden y con la pátina de tiempo que la acumulación de objetos es capaz de otorgar a un espacio. Como respuesta al frío e impersonal lugar que le ha sido concedido, en el que no se le permite manipular suelos, techos, ventanas ni paredes, Badia se propone dotarlo de densidad y de textura. Animado por la referencia de los Eames, que superponen con deliberada frescura elementos de condición y origen diversos en un contenedor abierto, el arquitecto recurre principalmente a técnicas de decoración –papeles pintados, alfombras, cortinas, mesas que actúan como superficies reflectantes- para dar un uso perceptivo al espacio.
Entre estos elementos, el atrevido collage de papel pintado adquiere un radical protagonismo. Por su doble condición de material de diseño gráfico y de interiores, su autor lo elige como símbolo de las modas y del paso del tiempo, combinando sin complejos estampados de épocas y orígenes muy diversos. El resultado es un potente telón de fondo que atiende a lo esencial – secuencia, textura, materialidad- y deja abierto al uso todo lo demás. La actual ocupación de las oficinas por parte de sus usuarios demuestra que la atmósfera abierta ha integrado con total naturalidad los muebles y objetos que también han ocupado el espacio.
Al mismo tiempo, el autor establece una cornisa interior continua a 2.10 metros de altura, buscando una escala humana del espacio. Esta línea abstracta, que marcará todos los paramentos verticales, se formaliza de dos maneras: por un lado, como junta entre los diferentes estampados del papel pintado, y por otro, definiendo la altura de las pequeñas cajas que invaden el espacio de la rambla central para romper su linealidad y que, al mismo tiempo, absorben el ingreso a los diferentes espacios de trabajo.
