A las puertas de la celebración de sus 200 años de vida independiente, la “salud” del sistema electoral de Costa Rica es crítica. Los escaños que se asignan no corresponden, con la debida proporción, a los votos recibidos por los partidos políticos y, además, cada vez es más lejana la relación entre representantes y representados. Este trabajo analiza cualitativa y cuantitativamente esos temas y, además, plantea propuestas para su mejora. La democracia más antigua de América Latina, en el marco de su Bicentenario de la Independencia, debe avocarse a efectuar reformas profundas de su institucionalidad democrática, siendo esencial que la reforma a su modelo de elección de su Congreso esté entre ellas.
On the coming celebration of the 200 years of independence of Costa Rica, the condition of the electoral system is critical. The seats assigned to Congress are not proportionated to the votes received by the political parties. In addition, the relationship between representatives and represented is increasingly distant. This article qualitatively and quantitatively analyzes these topics and proposes improvements.
The oldest democracy in Latin America, within the framework of its Bicentennial of Independence, should be committed to making profound reforms to how it elects its citizens to the different branches of government, especially the model used for Congress elections.
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