Las infecciones musculoesqueléticas son poco frecuentes en los pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), siendo las más graves las osteomielitis. El absceso de Brodie es considerado comúnmente como una osteomielitis crónica circunscrita. El germen causal más frecuentemente involucrado es el Staphylococcus aureus, pero en los pacientes infectados por el VIH se aíslan con frecuencia micobacterias. La radiografía simple es la prueba de imagen diagnóstica fundamental, en la que se encuentra de forma frecuente una lesión característica osteolítica única, de bordes bien definidos, dependiente del área medular, y localizada en diáfisis o metáfisis de huesos largos de las extremidades inferiores. El diagnóstico definitivo se hace con la biopsia y cultivo de la lesión. La terapia antibiótica con el paciente ingresado inicialmente en un hospital es muchas veces efectivo, y en algunos casos se requiere además un tratamiento quirúrgico. Presentamos el caso de un absceso de Brodie en la diáfisis tibial de un paciente infectado por el VIH en el que la radiografía simple muestra una imagen específica, con hallazgos característicos.
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