“¿Quiere usted que Nueva Caledonia acceda a la soberanía plena y alcance la independencia?”. Esta es la pregunta planteada, el 4 de noviembre, a un electorado limitado de este territorio durante el primer referéndum de autodeterminación previsto por el Acuerdo de Numea. Sin embargo, la cuestión de la independencia, en el aire desde hace treinta años, importa menos que los males de la sociedad, a los cuales los políticos tardan en responder.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados