Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Resumen de La confidencialidad ante el abuso sexual a adolescentes

Joan Canimas Brugué

  • español

    Según el autor, pueden alegarse alguna o algunas de estas seis razones para justificar la ruptura del secreto profesional: 1) para evitar o reducir un daño a la propia persona o personas; 2) para producir un beneficio a la propia persona o personas; 3) para evitar o reducir un daño al profesional o a terceras personas; 4) para producir un beneficio al profesional o a terceras personas; 5) por imperativo legal; y (6) para castigar o vengarse de la persona o personas que han cometido un delito o para señalar su gravedad a la sociedad.Este artículo somete al análisis de cuatro de estas motivaciones (la 1, 3, 5 y 6) la cuestión de si deben o no comunicarse siempre y sin excepciones al Ministerio Fiscal las situaciones de abusos sexuales a adolescentes conocidas por los profesionales. Las conclusiones a las que llega son: i) la comunicación al Ministerio Fiscal por parte de los profesionales de los servicios psico-socio-educativos y sanitarios de una situación de abusos sexuales a un adolescente atendiendo a la primera y tercera razones, está éticamente justificada siempre que se cumplan unos requisitos; y ii) si la comunicación al Ministerio Fiscal se fundamenta únicamente en la quinta y sexta razón, no está éticamente justificada y deviene una mala praxis profesional. Esto supone que, en algunas situaciones excepcionales, la buena praxis obligue a no poner en conocimiento del Ministerio Fiscal situaciones de abusos sexuales ya acaecidas.

  • English

    According to the author, some or all of the following six reasons may be cited to justify breaking professional secrecy: 1) to prevent or reduce harm to the person or persons affected; 2) to produce a benefit for the person or persons affected; 3) to prevent or reduce harm to the professional or to third parties; 4) to produce a benefit for the professional or for third parties,; 5) by legal obligation; and 6) to punish a person or persons who have committed an offence or to demonstrate its seriousness to society.This article subjects four of these reasons (1, 3, 5 and 6) to an analysis of whether situations of which professionals are aware involving sexual abuse of adolescents should always and without exception be reported to the Public Prosecutor. The conclusions reached are: i) notification to the Public Prosecutor by psycho-social-educational and healthcare professionals of a situation involving sexual abuse of an adolescent on the basis of the first and third reasons is ethically justified provided that certain requirements are met; and ii) if notification to the Public Prosecutor is solely based on the fifth or sixth reason, it is not ethically justified and constitutes bad professional practice. This means that, in some exceptional circumstances, good practice demands that the Public Prosecutor not be informed of situations of sexual abuse that have already occurred.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus