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Resumen de Impacto pronóstico diferencial del infarto de miocardio comparado con la gravedad de la hemorragia sobre la mortalidad en pacientes contemporáneos con síndrome coronario agudo

Berenice Caneiro Queija, Emad Abu Assi, Sergio Raposeiras Roubín, Sergio Manzano Fernández, Pedro J. Flores Blanco, Ángel López Cuenca, Rafael Cobas Paz, Miriam Gómez Molina, José Manuel Rodríguez Rodríguez, Francisco Calvo Iglesias, Mariano Valdés Chávarri, Andrés Íñiguez Romo

  • español

    Introducción y objetivos El impacto de un infarto de miocardio (IM) sobre la mortalidad, comparado con la gravedad de la hemorragia ocurrida tras el alta por síndrome coronario agudo, no está bien caracterizado. Definir esta relación puede ayudar a que se logre un balance riesgo-beneficio terapéutico favorable.

    Métodos Utilizando modelos de Cox con fragilidad compartida, se evaluó la relación de la mortalidad con el IM y la gravedad de la hemorragia —clasificada según el Bleeding Academic Research Consortium (BARC)— en 4.229 pacientes con síndrome coronario agudo tratados con coronariografía entre enero de 2012 y diciembre de 2015.

    Resultados Tanto el IM como la hemorragia se asociaron con la mortalidad (respectivamente HR = 5,8; IC95%, 3,7-9,8, y HR = 5,1; IC95%, 3,6-7,7). El IM tuvo mayor impacto en la mortalidad que las hemorragias BARC 2 y 3a: (RRR = 3,8 y RRR = 1,9; p < 0,05), pero equivalente al de las BARC 3b (RRR = 0,9; p = 0,88). El riesgo de muerte tras el IM fue menor que tras una hemorragia BARC 3c (RRR = 0,25; p < 0,001). La mortalidad tras un IM fue mayor entre los pacientes en tratamiento antiagregante plaquetario doble (TAPD) (HR = 2,9; IC95%, 1,8-4,5) que entre aquellos sin TAPD (HR = 1,5; IC95%, 0,7-3,4). Sin embargo, tras una hemorragia la mortalidad fue menor entre los pacientes en TAPD (HR = 1,6; IC95%, 1,1-2,6) que sin TAPD (HR = 3,2; IC95%, 1,7-5,8).

    Conclusiones El efecto en la mortalidad del IM o las hemorragias tras el alta por un síndrome coronario agudo depende de la gravedad de la hemorragia. Estar en TAPD en el momento del IM o la hemorragia es un modificador del ulterior riesgo de muerte.

  • English

    Introduction and objectives The impact on mortality of myocardial infarction (MI) compared with the specific degree of bleeding severity occurring after discharge in acute coronary syndrome is poorly characterized. Defining this relationship may help to achieve a favorable therapeutic risk-benefit balance.

    Methods Using Cox-based shared frailty models, we assessed the relationship between mortality and postdischarge MI and bleeding severity—graded according to Bleeding Academic Research Consortium (BARC)—in 4229 acute coronary syndrome patients undergoing in-hospital coronary arteriography between January 2012 and December 2015.

    Results Both MI (HR, 5.8; 95%CI, 3.7-9.8) and bleeding (HR, 5.1; 95%CI, 3.6-7.7) were associated with mortality. Myocardial infarction had a stronger impact on mortality than BARC type 2 and 3a bleedings: (RRr, 3.8 and 1.9; P < .05), respectively, but was equivalent to BARC type 3b (RRr, 0.9; P = .88). Mortality risk after MI was significantly lower than after BARC type 3c bleeding (RRr, 0.25; P < .001). Mortality was higher after an MI in patients on dual antiplatelet therapy (DAPT) at the time of the event (HR, 2.9; 95%CI, 1.8-4.5) than in those off-DAPT (HR, 1.5; 95%CI, 0.7-3.4). In contrast, mortality was lower after a bleeding event in patients on-DAPT (HR, 1.6; 95%CI, 1.1-2.6) than in those off-DAPT (HR, 3.2; 95%CI, 1.7-5.8).

    Conclusions The differential effect on mortality of a postdischarge MI vs bleeding largely depends on bleeding severity. The DAPT status at the time of MI or bleeding is a modifier of subsequent mortality risk.


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