El tipo de consumo con mayor tasa de crecimiento desde mediados del siglo pasado es el consumo turístico. Solo en el periodo que va de 1995 a 2015, el número de arribos internacionales se triplicó: de 525.000 a 1,2 millones. Y a eso habría que añadir el turismo que se practica dentro de las fronteras y que no sale reflejado en estas estadísticas. Se ha converti-do en uno de los principales vectores de cambio de sociedades, culturas y ecosistemas. Y muchas veces, en este proceso, paisajes y poblaciones han sido afectados negativamente. A partir del funcionamiento de un juego de situación diseñado para abrir el debate sobre las consecuen-cias del crecimiento turístico en espacios rurales editado en 2010 por el Foro de Turismo Responsable (Un resort en Dubinda, una comunidad de pescadores), el presente texto analiza algunos elementos que caracterizan estos procesos: el impacto en las economías campesinas, la generación de expectativas muchas veces frustradas, el incremento de la diferenciación social y el papel de las instituciones públicas.
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