Un importante principio que guía la ontología de Quine consiste en el rechazo de ‘las entidades sin identidad’. Es empleado por él para rechazar las entidades intensionales y meramente posibles. Empero, Quine jamás ha explicitado cuáles son los criterios que una clase dada de entidades debe satisfacer para contar como ‘bien individuada’ según su sentido. Los criterios son reconstruidos en la sección 1 de este artículo. La sección 2 pretende mostrar que esos criterios son indebidamente restrictivos: implican que inclusive las entidades del propio sistema ontológico de Quine carecen de identidad. En la sección 3 se argumenta en favor de que los prospectos de construir un patrón menos restrictivo son obscuros. De lo anterior se infiere que la distinción de Quine entre entidades con identidad y entidades sin ella es ociosa. Es una distinción sin diferencia y debe, por lo tanto, ser rechazada.
An important principle guiding Quine’s ontology consists in the rejection of ‘entities without identity’. It is used by him to reject intensional and merely possible entities. But Quine has never made explicit what the criteria are that a given sort of entities must meet in order to count as ‘well-individated’ in his sense. In section 1 of this paper, these criteria are reconstructed. Section 2 aims to show that these criteria are unduly restrictive: they imply that even the entities of Quine’s own ontological system lack identity. In section 3, it is argued that the prospects of constructing a less restrictive standard are dim. From this the conclusion is drawn that Quine’s distinction between entities with and without identity is idle. It is a distinction without a difference and must hence be rejected.
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