José del Carmen Jaimes Morales, Karem Pérez Díaz, Carlos Alberto Severiche Sierra
El formaldehido (también denominado óxido de metileno), es un gas incoloro e irritante para las mucosas respiratorias y conjuntivales y su solución acuosa (formol o formalina), irrita de igual modo la piel. Ambas puertas de entrada por inhalación y contacto, son nuestras vías de exposición. El riesgo ocupacional al formaldehido se produce durante la realización de tableros, plásticos, calzado, productos abrasivos y de caucho. Así como también, se encuentra en los procesos de barnizado, acabados de productos textiles, tratamientos de pieles, cosméticos y actividades de fundición, por lo que se considera que los grupos profesionales con mayor probabilidad de exposición son embalsamadores, trabajadores de las industrias de papel, estilistas y los trabajadores de los servicios de anatomía patológica. Las enfermedades producidas por este agente químico varían de acuerdo a la dosis (cantidad), la duración (por cuanto tiempo) y la manera en como ingresa al organismo; lo que nos permite mediante este artículo de revisión, exponer el impacto que causa a la salud de los profesionales de los servicios de anatomía patológica, dando a conocer el uso del formaldehido en la industria, cómo se encuentra en el medio ambiente y de qué manera se convierte en un gas nocivo para la salud, además de la normatividad vigente y normas de bioseguridad con respecto al uso de este químico. Por último, los retos presentes y futuros que incluyen la evaluación de la prevención de riesgos y las medidas recomendadas.
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