Cádiz, España
Durante toda la Edad Moderna existió una constante emigración femenina desde Castilla hacia las colonias de la corona en América que ha sido en general, mucho menos estudiada por los historiadores que la emigración masculina. En la columna de este número vamos a analizar de manera escueta dos cuestiones importantes dentro de ese proceso migratorio en la primera mitad del siglo XVI: por un lado, las distintas razones que provocaron la emigración femenina hacia América durante ese periodo, y por otro, como era el viaje desde la ciudad o el pueblo castellano desde donde se iniciaba hasta que se llegaba a algún puerto americano.
En la gran mayoría de los casos la emigración femenina a América en la primera mitad del siglo XVI se producía empezando con una carta escrita por el marido que previamente había emigrado en solitario a América, bien como soldado en las conquistas de territorios americanos o bien como comerciante en busca de posibilidades de negocio. Éste reclamaba a su mujer para que se reuniera con él en su nueva vida (incluyendo a sus hijos/as en el caso de que estos existieran). Junto a la misiva el marido solía enviar una remesa de dinero a su mujer para que pudiera realizar todos los preparativos del mismo y generalmente intentaban en la carta ser lo más convincentes posibles para conseguir que sus mujeres quisieran realizar el largo viaje y vencieran su miedo a un desconocida mar, que en muchos casos no habían visto nunca. Para ello mostraban muestras de amor hacia sus esposas a las que dicen que echan mucho de menos. También hablan de la vida mucho más holgada y buena que les espera una vez terminen el viaje
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