Tal y como indicaban previamente todos los pronósticos, Recep Tayyip Erdogan salía muy fortalecido en los comicios celebrados en su país el pasado 24 de junio. Sin necesidad de concurrir a una segunda vuelta, el Jefe del Estado turco consolidaba su autoritaria reforma, garantizándose el control total de los poderes ejecutivo, legislativo y también el judicial, en un Estado en el que la democracia está cada vez más amenazada.
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