Los materiales industriales disponen de porosidad interna. Para caracterizar los materiales, la estructura interna del material está determinada por la porosidad. Es uno de los parámetros que caracterizan la estructura interna de un material, lo que favorece su capacidad para la succión de compuestos líquidos, densidad del producto final, resistencia mecánica, absorción acústica y/o térmica entre otras. Otro parámetro que define el comportamiento de un material es la tortuosidad. Por otro lado, el área interna expuesta al flujo y la tortuosidad dependen hasta cierto punto de la porosidad. En este artículo se describen diversas técnicas teóricas y experimentales que pueden emplearse para cuantificar de forma aproximada el área interior específica de un material. Una de sus aplicaciones posibles es la generación de modelos de adhesión y la capacidad de absorción de fluidos o atenuación acústica.
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