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Maternity/paternity and paid employement: progress in and obstacles to the exercise of the right to care in Uruguay

    1. [1] Universidad de la República

      Universidad de la República

      Uruguay

  • Localización: Revista del Ministerio de Empleo y Seguridad Social: Revista del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, ISSN 2254-3295, Nº. 136, 2018 (Ejemplar dedicado a: Políticas de permisos y su aplicación en países del Mediterráneo y Sudamérica), págs. 127-148
  • Idioma: inglés
  • Títulos paralelos:
    • Maternidad y paternidad en el trabajo: avances y barreras en el ejercicio del derecho al cuidado en Uruguay
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      El objetivo del artículo es presentar los principales resultados de la encuesta «Uso de licencias parentales y roles de género en el cuidado», que indagó acerca del uso de la licencia por maternidad, paternidad y reducción horaria para cuidados, sus barreras de uso, los factores de decisión, los impactos y costos percibidos, entre otras dimensiones.

      La misma fue llevada a cabo de agosto a noviembre de 2017 y cubrió a todo el territorio nacional, focalizándose en la población potencialmente usuaria de los permisos regulados por la Ley 19.161 (2013) con hijos/as menores de 4 años.

      El artículo inicia ilustrando el proceso por el cual los cuidados adquieren un lugar protagónico como objeto de conocimiento y de política pública en Uruguay. Se desarrolla la noción de cuidados y su vínculo con las desigualdades de género. A continuación se conceptualiza el abordaje de las políticas de cuidado y cómo se ubican las licencias para el cuidado dentro del marco analítico de los estudios de género, distinguiendo las políticas que fomentan la corresponsabilidad de género de aquellas que mantienen a las mujeres como principales responsables del cuidado. Estos permisos, se enmarcan en el Sistema de Cuidados, una iniciativa que se propone contribuir a la transformación de un modelo familista de cuidados, hacia uno de corresponsabilidad social y de género.

      Además de ampliar la licencia maternal y paternal, la mayor innovación de la nueva normativa es la reducción de jornada voluntaria y retribuida, que puede ser tomada tanto por el padre como por la madre hasta los seis meses de vida del bebé. Es transferible entre la madre y el padre y su duración puede ser fraccionada entre ambos en forma alternada.

      Seguidamente, el artículo realiza una contextualización regional de estos permisos, que ubica al país a la vanguardia en permisos para el cuidado para los padres. Se muestra la evolución en el uso de los tres permisos en los últimos años, mostrando un aumento sustantivo en el uso de la licencia por paternidad, y también en la reducción horaria, aunque en menor medida.

      A continuación se presentan los principales resultados de la Encuesta, evidenciando que estos permisos son ampliamente conocidos por la población, siendo la reducción horaria el menos conocido. La duración exacta se conoce menos, observándose que la ampliación de dos semanas de la licencia maternal presenta un bajo conocimiento entre la población usuaria. El conocimiento y el uso de los permisos se ve afectado por el nivel socioeconómico, la ocupación, la rama de actividad y el tamaño de la empresa, entre otras variables que colocan a la población más vulnerable en peores condiciones para el ejercicio del derecho al cuidado.

      Se evidencia una demanda insatisfecha en relación a la duración de los permisos y lo que la población considera adecuado. La gran mayoría considera que deberían durar más tiempo, y una proporción no despreciable de trabajadores/as implementa como estrategia compensatoria el uso de su licencia de descanso anual para extender su permanencia en el hogar al cuidado de los bebés al culminar el período de licencia.

      La licencia maternal es la más utilizada, alcanzando al 96,6% de mujeres, seguida de la licencia paternal (83%). Se observa por tanto una apropiación de ambos permisos por parte de madres y padres del sector privado. La reducción horaria es utilizada fundamentalmente por mujeres, alcanzando a siete de cada diez. Por tanto, una proporción cercana a un tercio de mujeres no utiliza este permiso aun teniendo el derecho. Las mujeres insertas en ocupaciones con mejores niveles de calidad de empleo son quienes más hacen uso de la reducción horaria, lo que evidencia desigualdades sociales en el acceso al ejercicio de este derecho.

      Mujeres y varones presentan motivos distintos para no hacer uso de la reducción horaria.

      Las mujeres mencionan la pérdida de ingresos como principal motivo, y dificultades vinculadas al perjuicio que conlleva su ausencia en su lugar de trabajo por llevar adelante responsabilidades de dirección. Por su parte, los varones mencionan la lactancia y la preferencia por el cuidado materno de los bebés, lo cual condice con lo esperado respecto a la coincidencia de este permiso con el período de lactancia exclusiva.

      La población encuestada percibe que existen costos económicos y discriminación para quienes usan los permisos, lo que puede operar como barreras al ejercicio de estos derechos. Seis de cada diez personas identifican que existen costos asociados al uso de las licencias, mientras que la mayor parte de la población opina que se discrimina a las mujeres por hacer uso de la licencia por maternidad y a quienes hacen uso de la reducción horaria. Estas cifras son más reducidas en el caso de la licencia paternal, seguramente debido a su corta duración.

      Los costos económicos también quedan evidenciados en los impactos que la población menciona haber experimentado luego de hacer uso de los permisos. Una de cada tres mujeres que han hecho uso de la licencia maternal y un cuarto de quienes hicieron uso de la reducción horaria declara haber perdido ingresos.

      En relación a la gestión de los permisos por parte de las empresas, se observa una actitud pasiva por parte del mercado laboral. Al tiempo que no se oponen explícitamente al uso de estos permisos, tampoco asumen una actitud activa para no perjudicar y sobrecargar a los trabajadores/as. Se observa una baja contratación de trabajadores/as de reemplazo para cubrir la reducción horaria, lo que lleva a que siete de cada diez usuarias mantengan su carga de labor trabajando la mitad de la jornada.

      Finalmente, se observa un contexto favorable para la extensión de medidas de cuidado para los varones. La población se muestra optimista respecto a la utilidad de estos permisos en el involucramiento de los padres en el cuidado. Se aprecia una contradicción entre un discurso que favorece la corresponsabilidad de género en los cuidados y las prácticas actuales, ya que mientras nueve de cada diez personas acuerdan con que los padres hagan uso de la reducción horaria, menos del 3% de los usuarios son varones.

      La investigación presenta evidencias acerca de un elevado uso de la licencia por paternidad, sumado a un uso frecuente de la licencia reglamentaria para extender la presencia paterna durante el primer mes de vida del bebé. Al mismo tiempo, muestra que dadas las actuales características de la reducción horaria, concentrada en los primeros seis meses y transferible entre la madre y el padre, la posibilidad de impactar en un uso extendido de los varones es muy limitada.

    • English

      This article discusses and analyses the most prominent findings of a survey on paternity/ maternity leave and gender roles in childcare that explored the use of such full– and parttime leaves, the obstacles to their use, factors affecting decision-making and perceived costs, among others. Conducted between August and November 2017, it covered the entire country, targeting the population of potential users of the leaves governed under Act 19.161 (2013) with children under the age of 4.

      The article begins by describing how care became a key issue of public concern and policy in Uruguay. It addresses the notion of care and its association with gender inequalities, discussing the approach to care policies and the position occupied by childcare leaves in the analytical context of gender studies. A distinction is drawn between policies furthering co-responsibility and those in which women’s role as primary carers is reinforced.

      Leaves form part of the Care System, an initiative that purposes to transform a family-based model to one in which responsibility is shared socially and by the sexes.

      In addition to extending maternity and paternity leave, the main innovation in the new legislation is the introduction of paid voluntary part-time leave, for which either parent is eligible for the first 6 months of the child’s life. Part-time leave can be transferred between the parents and the duration divided into alternating periods.

      The article then places these leaves in a regional context, showing that they position the country at the avant-garde in terms of paternal caregiving. It discusses the use of the three types of leaves in recent years, highlighting the substantial rise in the use of paternity leave and somewhat slower growth in part-time leave-taking.

      One of the first findings gleaned from the survey is that the population is highly aware of these leaves, albeit slightly less so of the existence of part-time leaves. Respondents were less informed about exact leave duration, as only a small proportion knew that maternity leave had been extended by 2 weeks. Awareness and use of leaves depend on socioeconomic status, occupation, sector and company size, among other variables that place the most vulnerable part of the population at a disadvantage in exercising the right to care.

      A gap is observed between the leave duration deemed appropriate by the population and the actual time allotted. Most believe leaves should be longer and a substantial proportion of workers adds their yearly holidays to the end of their leave as a strategy to postpone their return to work after childbirth.

      Maternity leave is the instrument most frequently used, at a rate of 96.6 % of all eligible women, followed by paternity leave, at 83 % of all men qualifying. Those figures denote high uptake of both by mothers and fathers working in the private sector. Part-time leave, used essentially by women, is taken by seven in ten and consequently foregone by onethird of eligible women. Women with higher quality employment make more intensive use of part-time leave, an obvious indication of social inequalities in access to this right.

      Men’s and women’s reasons for not using part-time leave differ. Women specify a decline in earnings as the main reason and the adverse effect of their absence from the workplace where they have management responsibilities. Men, in turn, mention breastfeeding and a preference for maternal care where babies are concerned, as might be expected given that the time envisaged concurs with the period recommended for exclusive nursing.

      Respondents’ perception of economic costs for and discrimination against workers taking leaves may constitute an obstacle to the exercise of these rights. Six of ten people claim the use of leaves comes at a cost, whilst most of the population deems that women are discriminated against for taking maternity or part-time leave. The figures for paternity leave are lower, in all likelihood due to its shorter duration.

      Economic costs also form part of the post-leave impact identified by respondents. One of every three women using maternity leave and one-fourth of those using part-time leave claim to have earned less.

      Employers are observed to adopt a passive attitude toward leave management. While not explicitly opposing the use of such leaves, they fail to take active measures to prevent overburdening leave-takers’ co-workers. Given the low percentage of substitutes hired to take the place of employees on part-time leave, seven in ten leave-takers bear their normal workload while working just half-time.

      Uruguayans are favourable to enhancing measures for men’s caregiving. Respondents are optimistic about the utility of leaves in involving fathers in care. Such attitudes favouring co-responsibility in care clash with present practice, for whereas nine of every ten respondents agree that fathers should use part-time leaves, less than 3 % of actual users are men.

      This research reveals that paternity leave is used intensively and often extended by taking yearly holidays immediately after the time allotted to enable fathers to stay at home for the first month of the infant’s life. It also shows that the present provisions on parttime leave, with use restricted to the first 6 months and transferrable between mothers and fathers, are scantly conducive to greater use by men.


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